jueves, 6 de febrero de 2014

Más allá de los Angeles "Miguel mi Arcángel Protector"


La Fidelidad de San Miguel para con Dios:


El mismo nombre de Miguel, nos invita a darle honor, ya que es un clamor de entusiasmo y fidelidad. Significa "Quién como Dios".

Satanás tiembla al escuchar su nombre, ya que le recuerda el grito de noble protesta que este arcángel manifestó cuando se rebelaron los ángeles. San Miguel manifestó su fortaleza y poder cuando peleó la gran batalla en el cielo. Por su celo y fidelidad para con Dios gran parte de la corte celestial se mantuvo en fidelidad y obediencia. Su fortaleza inspiró valentía en los demás ángeles quienes se unieron a su grito de nobleza: "¡¿Quién como Dios?!." Desde ese momento se le conoce como el capitán de la milicia de Dios, el primer príncipe de la ciudad santa a quien los demás ángeles obedecen.

En Octubre 13, 1884, el Papa León XIII, experimento una visión horrible. Después de celebrar la Eucaristía, estaba consultando sobre ciertos temas con sus cardenales en la capilla privada del Vaticano cuando de pronto se detuvo al pie del altar y quedo sumido en una realidad que solo el veía. Su rostro tenia expresión de horror y de impacto. Se fue palideciendo. Algo muy duro había visto. De repente, se incorporo, levanto su mano como saludando y se fue a su estudio privado. Lo siguieron y le preguntaron: ¿Que le sucede su Santidad? ¿Se siente mal? 

El respondió: "¡Oh, que imágenes tan terribles se me han permitido ver y escuchar!", y se encerró en su oficina.

¿Qué vio León XIII?  "Vi demonios y oí sus crujidos, sus blasfemias, sus burlas. Oí la espeluznante voz de Satanás desafiando a Dios, diciendo que el podía destruir la Iglesia y llevar todo el mundo al infierno si se le daba suficiente tiempo y poder. Satanás pidió permiso a Dios de tener 100 años para poder influenciar al mundo como nunca antes había podido hacerlo." También León XIII pudo comprender que si el demonio no lograba cumplir su propósito en el tiempo permitido, sufriría una derrota humillante. Vio a San Miguel Arcángel aparecer y lanzar a Satanás con sus legiones en el abismo del infierno.

Después de media hora, llamo al Secretario para la Congregación de Ritos. Le entrego una hoja de papel y le ordeno que la enviara a todos los obispos del mundo indicando que bajo mandato tenía que ser recitada después de cada misa, la oración que ahí el había escrito..




Oración:
"San Miguel Arcángel,
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo
contra la perversidad y asechanzas
del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú Príncipe de la Milicia Celestial,
arroja al infierno con el divino poder
a Satanás y a los otros espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
                                                  para la perdición de las almas.
                                                        Amén."
(Aunque no es obligación, se puede continuar con gran provecho  la práctica de rezar esta oración después de la Santa Misa como se hacía antes del Conc. Vat. II.)




SAN MIGUEL ARCANGEL, UNA IMPRESIONANTE HISTORIA DE GUERRA Y FE

Esta es la verdadera historia de un marine herido en Corea en 1950. En una carta escrita a su madre le contó el fascinante encuentro que experimentó durante la guerra. El padre Walter Muldy, un capellán militar que habló con el joven marine y su madre, además de con el oficial de la unidad, siempre defendió la veracidad de la historia. Lo oímos de alguien que leyó la carta original y nos contó la historia aqui, con todos sus detalles y en primera persona, para conservar el impacto que debió tener cuando el marine se lo contó a su madre.


Querida mamá,

Te escribo desde la cama del hospital. No te preocupes, mamá, estoy bien. Fui herido, pero el médico dice que estaré en pie en casi nada.

Pero esto no es lo que tengo que contarte, mamá. Algo me ha ocurrido que no me atrevo a contar a nadie más por miedo a que no me crean. Pero tengo que contártelo, eres la única persona en quien confío, aunque quizá hasta tu lo encuentres difícil de creer.

¿Recuerdas la oración de San Miguel que me enseñaste cuando era pequeño? "Miguel, Miguel, de la mañana..."* Antes de irme de casa a Corea me instante a recordar esa oración antes de cualquier encuentro con el enemigo. Pero en realidad no necesitaba que me la recordases, mamá. Siempre la he rezado, y cuando fui a Corea a veces la digo un par de veces al día, mientras vamos de marcha o descansamos.
En fin, un día nos ordenaron rastrear el frente en busca de comunistas. Era un día muy frío. Mientras caminaba noté a otro compañero que caminaba a mi lado, y le miré para ver quién era.

Era un tío grande, un marine de 1'80 cm y con un cuerpo proporcionado. Era extraño, ya que no le conocía, y pensaba que conocía a todos en mi unidad. Estaba contento de tener compañía, entonces él rompió el silencio que había entre nosotros.

"Hace fresco hoy, eh?"Yo me reí, porque de repente me pareció absurdo hablar del tiempo cuando avanzábamos para enfrentarnos al enemigo.

Él también rió suavemente.
"Pensé que conocía a todo el mundo en mi unidad", continué, "pero no te he visto nunca".
“No”, confirmó, “Me acabo de unir a tu unidad. Me llamo Miguel".

"¿En serio? Yo también".
"Lo sé", respondió el marine, "Miguel, Miguel de la mañana..."

Mamá, estaba muy sorprendido de que supiese de mi oración, pero se la enseñe a muchos de los otros tíos, así que supuse que el recién llegado debió oírsela a alguien más. De hecho me han llegado rumores de que algunos compañeros me estaban llamando "San Miguel".

Entonces, de repente, Miguel dijo, "Va a haber problemas allí enfrente".

Me preguntaba cómo podía saber eso. Estaba jadeando por la marcha que llevábamos, y mi aliento hendía el frío aire como densos jirones de niebla. Miguel parecía estar en plena forma, porque no puede ver ningún rastro visible de su aliento. Justo entonces empezó a nevar densamente, y aumentó tan rápidamente que enseguida no pude ni ver ni oír al resto de mi unidad. Me puse un poco nervioso y le llamé, "¡Miguel!". Cuando lo hice pude sentir su fuerte mano en mi hombro y oír su voz en mi oído "Pronto va a clarear".

Y de repente, clareó. Y entonces, justo enfrente nuestro y a poca distancia, como en muchas pesadillas espantosas, estaban siete comunistas, bastante cómicos con sus extraños sombreros. Pero realmente no tenían nada gracioso en ese momento; sus armas estaban listas y apuntando directamente hacia nosotros.

"¡¡A tierra, Miguel!!" Grité mientras me tiraba en busca de protección. Incluso cuando aun no había caído del todo alcé la vista y vi a Miguel todavía en pie, como si estuviese paralizado de miedo, o eso pensaba en ese momento. Las balas volaban en todas direcciones, y mamá, no había forma de que esos comunistas pudiesen haber errado el tiro a tan corta distancia. Me incorporé de un salto y tiré de él, y entonces me dieron. El dolor era como una llama ardiente en mi pecho, y según caía mi cabeza se desvaneció, recuerdo haber pensado "Debo de estar muriéndome...". Alguien me depositaba en el suelo, fuertes brazos me sujetaban y me dejaban suavemente sobre la nieve. Medio aturdido abrí mis ojos, y me pareció como si el sol me atravesase los ojos con su luz. Miguel todavía permanecía de pie, y su cara brillaba con un terrible resplandor. De repente parecía como si su resplandor creciese, como el sol, incrementándose intensamente alrededor de él, como las alas de un ángel. Justo antes de desvanecerme por completo vi que Miguel sujetaba una espada en sus manos, y destellaba como un millón de rayos.

Más tarde, cuando me desperté, el resto de mis compañeros y el sargento vinieron hacia mi.

"¿Cómo lo hiciste, hijo?", me preguntó.
"¿Dónde está Miguel?" le dije como contestación.
"¿Miguel, quién?". El sargento parecía perplejo.

"Miguel, el marine enorme que iba conmigo, justo hace un momento. Le vi aquí según caía“.

"Hijo", dijo gravemente el sargento, "tú eres el único Miguel en mi unidad. Traje a todos tus compañeros, y sólo hay un Miguel. Tú. E hijo, no estabas caminando con nadie. Te observaba porque te estabas alejando demasiado de nosotros y estaba preocupado".

"Ahora dime, hijo", repitió, "¿Cómo lo has hecho?".
Era la segunda vez que me lo preguntaba, y me empezaba a molestar.
"¿Cómo he hecho qué?".
"¿Cómo has matado a estos siete comunistas de aquí? Tu rifle tiene aún todas las balas".

"¿Qué?"
"Vamos, hijo. Están todos dispersos alrededor tuyo, cada uno con un tajo mortal de espada".

Y este, mamá, es el final de mi historia. Pudo haber sido el dolor, el sol enceguecedor o el penetrante frío. No lo sé, mamá, pero hay una cosa de la que si estoy seguro. Sucedió.

Te quiere, tu hijo.

miércoles, 5 de febrero de 2014

"INCESTO" ANAÍS NIN



27 de noviembre de 1932

Ahora me río de mi miedo al análisis. La posesión de conocimientos mata en la mayoría de la gente el sentido de lo maravilloso, pero tal sentido de lo maravilloso y lo misterioso es como el  temor del salvaje al fuego, hasta que descubre sus principios y el modo de dominarlo. Estoy  convencida de que, después de saber todo lo que hay que saber, sigue habiendo misterios y  maravillas de un orden más profundo. Por ejemplo: la idea monstruosa de Henry sobre el lesbianismo de June. Déroute de l'imagination. Lo físico y limitado, cualidad de lo que él imaginaba; la chupada y los gestos, como los de follar. Descubre al leer mi diario que sin la chupada y los gestos existe en él un mundo suspendido de sensaciones que no acaban de culminar, que es más misterioso y profundo que el que suponía que existía entre June y Jean, y entre June y yo.
Creo que Henry es quien busca ahora lo que más teme —la crueldad, el abandono, mi engaño—. En el momento en que me ve más entregada, siente el afán diabólico de crear un distanciamiento. Creo que estoy bien y que hago todos los actos normales del amor confiado, rechazo las dudas y me niego a creer que Henry desea que yo actúe como June. Pero cuánto riesgo hay en su ambivalencia. ¡Y sobre todo porque mi propia fe es nueva y delicada!


“Soy una persona excitable que entiende solamente vida lúdica lúdica y, musicalmente, en que las sensaciones son mucho más fuertes como razón.

Tengo tanta sed para lo perfecto... que solamente
lo perfecto tiene energía sobre mí.
Cualquier cosa que no puedo
transformar en algo perfecto, la dejaré ir.

La realidad no me impresiona.
Creo solamente en la intoxicación,
y cuando es un ordinario grillo de la vida yo,
yo me escapo, una forma u otra.
No más de paredes.”
7 de julio de 1934 del incesto

***


“Oh, dios, no sé ninguna de alegría tan grande
como un momento de acometer en un nuevo amor,
ninguna cosa es mejor como un nuevo amor.
Nado en el cielo; Floto; mi cuerpo es lleno de las flores,
flores con los dedos que me dan agudo, caricias agudas,
chispas, joyas, aljabas de la alegría, vértigos, tales vértigos.
Música dentro de una, embriaguez.
Solamente cierro de los ojos y el recordar,
y el hambre, el hambre para más, más, la gran hambre,
el hambre voraz, y sed.”

30 de mayo de 1934 del incesto

***

“solamente yo necesito un lugar en donde puedo gritar y llorar.
Tengo que ser un salvaje español en algún momento del día.
Registro aquí las causas de la vida de la histeria en mí.
El desbordamiento de un extravagante indisciplinado.
Al infierno con gusto y arte, con todas las contracciones
y pulidos. Aquí grito, yo bailo, yo lloro, yo gasto mis dientes,
yo voy enojada --
todos me hablan , en mal inglés, en caos.
Me mantendrá sana para el mundo y para el arte.”

27 Oct de 1933 del incesto


Poema para ser leído y cantado

¡Sé que hay una persona
que me busca en su mano, día y noche,
encontrándome, a cada minuto, en su calzado.

¿Ignora que la noche está enterrada
con espuelas detrás de la cocina?

Sé que hay una persona compuesta de mis partes,
a la que integro cuando va mi talle
cabalgando en su exacta piedrecilla.
¿Ignora que a su cofre
no volverá moneda que salió con su retrato?

Sé el día,
pero el sol se me ha escapado;
sé el acto universal que hizo en su cama
con ajeno valor y esa agua tibia, cuya
superficial frecuencia es una mina.
¿Tan pequeña es, acaso, esa persona,
que hasta sus propios pies así la pisan?

Un gato es el lindero entre ella y yo,
al lado mismo de su tasa de agua.
La veo en las esquinas, se abre y cierra
su veste, antes palmera interrogante...
¿Qué podrá hacer sino cambiar de llanto?

Pero me busca y busca. ¡Es una historia!

César Vallejo


Y si después de tantas palabras...


Y si después de tantas palabras,
no sobrevive la palabra!
¡Si después de las alas de los pájaros,
no sobrevive el pájaro parado!
¡Más valdría, en verdad,
que se lo coman todo y acabemos!

¡Haber nacido para vivir de nuestra muerte!
¡Levantarse del cielo hacia la tierra
por sus propios desastres
y espiar el momento de apagar con su sombra su tiniebla!

¡Más valdría, francamente,
que se lo coman todo y qué más da...!

¡Y si después de tanta historia, sucumbimos,
no ya de eternidad,
sino de esas cosas sencillas, como estar
en la casa o ponerse a cavilar!
¡Y si luego encontramos,
de buenas a primeras, que vivimos,
a juzgar por la altura de los astros,
por el peine y las manchas del pañuelo!
¡Más valdría, en verdad,
que se lo coman todo, desde luego!

Se dirá que tenemos
en uno de los ojos mucha pena
y también en el otro, mucha pena
y en los dos, cuando miran, mucha pena...
Entonces... ¡Claro!... Entonces... ¡ni palabra!
César Vallejo


ANAÍS NIN






“Cualquier forma de amor que encuentres, vívelo”


“Me niego a vivir en un mundo ordinario como una mujer ordinaria. 
A establecer relaciones ordinarias. Necesito el éxtasis. 
Soy una neurótica, en el sentido de que vivo en mi mundo. 
No me adaptaré de mi mundo. Me adaptaré de mi misma”


"El erotismo es una de las bases del conocimiento de uno mismo,
tan indispensable como la poesía."


"La vida se dilata o expande en proporción al propio coraje"
"Sólo el latido unísono del sexo y el corazón puede crear éxtasis"


 "No vemos jamás las cosas tal cual son,
las vemos tal cual somos"


"Sólo creo en el fuego. Vida Fuego.
Estando yo misma en llamas enciendo a otros.
Jamás  muerte. Fuego y vida"


"La única anormalidad es la incapacidad de amar"


"Yo, con un instinto profundo,
elijo un hombre que provoca mi fuerza,
que ejerce demandas enormes sobre mi,
que no duda de mi coraje ni mi rudeza,
que tiene coraje de tratarme como una mujer"


"Es la culpa, el miedo,
la impotencia lo que hace crueles a los hombres"


"La carne contra la carne produce un perfume,
pero el roce de las palabras
no engendra sino sufrimiento y división"


"Hay sólo dos clases de libertad en el mundo;
la libertad del rico y poderoso,
y la libertad del artista y el monje
que tienen el coraje de renunciar a las posesiones"


"Cuando haces un mundo tolerable para vos,
haces un mundo tolerable para otros"


"Somos como escultores,
constantemente tallando en los demás imágenes que
anhelamos, necesitamos o deseamos,
a menudo en contra de la realidad,
contra su beneficio, y siempre, al final,
un desengaño,
porque no se ajusta a ellos"



"Hay dos modos de llegar a mí, mediante los besos o la imaginación.

Pero existe una jerarquía; los besos por sí solos no bastan."




“El amor nunca muere por causas naturales.
Muere porque no sabemos rellenar su fuente.
Muere de ceguera emocional, de nuestros errores y traiciones.
Muere a causa de nuestras enfermedades y heridas del corazón,
De cansancio, por falta de riego.
Cuando se vuelve opaco y deja de brillar,
Entonces el amor muere.”


 A la memoria de Anaís Nin