lunes, 23 de septiembre de 2013

Un epitafio que diga: “ Hay amores que solo se van para quedarse siempre en los recuerdos"



Se podría decir que él llego a mi cuando la esperanza ya estaba por perderse, cuando nada más me podía salir mal, cuando por todo lo que luche parecía irse al diablo sin yo poder hacer mucho, todos te dan la espalda, hasta los que menos te imaginas, lloré hasta dormirme cansada,  me había pasado tanto que temía que todo lo que me había pasado afecte lo que era yo, hace poco volví a recuperar la sonrisa, en algún momento nos tiene que pasar, ese abismo que parece interminable, y bueno… llegado un momento solo pasaba mis días por inercia, porque tenía que pasarlos, mis sueños allí estaban aunque algo estancados, aún no me abandonaban,, se me estaba haciendo difícil superar las cosas que me habían pasado, se me había acabado la paciencia, y no había nadie a mi alrededor que fuese capaz de ayudarme yo no lo sentía así simplemente me había cerrado , así fue que sucedieron las cosas,  y fue entonces que le conocí, yo no lo buscaba, pero simplemente paso, y siempre diré que vino a mi como caído del cielo, cuando había perdido toda esperanza, llego él , como dice cierta canción la que yo consideraba cursi por cierto,  a un segundo de rendirme te encontré, mi dolor se quedó kilómetros atrás, mis fantasmas hoy por fin están en paz, recuerdo que un día antes de conocerlo me había pasado la noche llorando y recuerdo haber dicho mañana se define todo, si se da la oportunidad viajo tal vez eso me haga falta, podre empezar de nuevo, tendré un nuevo comienzo, eso era lo único que me quedaba, a la mañana siguiente me lave la cara, recuerdo que mi ojos estaban hinchadísimos estaba más china de lo normal, me di un baño de casi dos horas, me vestí y emprendí hacia lo que sería la última oportunidad  para cambiar de golpe todos los eventos funestos que habían sucedido, solo esperaba un sí como respuesta, un sí y estaría de viaje, estaba dispuesta a dejar pasar todo lo catastrófico de mi vida por esa oportunidad, fue así que lo conocí, en esas circunstancias, era difícil, porque   ahora ya me puedo reír  de las cosas que pasé, pero en ese momento sentí que mi mundo se derrumbaba, lo recuerdo muy bien, aquella mañana un compañero mío decidió sacarme del hoyo en el que me encontraba, sí  así de mal estaba,  paso por mi recogiéndome, iríamos a desayunar con un amigo de él, que estaba interesado en un trabajo que por supuesto inicialmente era para mi amigo claro está, pero las cosas salieron al revés, e allí la frase  “todo pasa por algo”, en esa oportunidad,  mi amigo me había sacado para conversarme que por motivos de trabajo tendría que viajar y estaba preocupado por mí, no le gustaba la idea de que  su mejor amiga se quede sola y en la situación en la que me encontraba peor, todo pasó de tal manera que parecía que todo estaba encajado, es decir, esto te tiene que pasar, y lo que te pasara, te llevará  a esto otro, termine por aceptar el trabajo que le correspondía a mi amigo, y más que por hacerle un favor eso se convirtió en una salida para mí, necesitaba mantenerme ocupada en algo...

Llevábamos poco tiempo de conocernos pero habíamos congeniado muy bien, él era dueño de sí mismo, y yo, yo era una universitaria recién graduada, llena de dudas, a pesar de ello el me brindaba la seguridad que me hacía falta, me hacía sentir que el mundo era mío, me había devuelto sin querer la sonrisa y no es que le atribuya todo el crédito pero hizo mucho por mí,  y así me enamoré de sus certezas, de sus largas explicaciones, por ser la antítesis de mi estilo de vida. Me gustó lo apacible que era, y lo excitante que se volvía, me gustaban sus respuestas e incompresiblemente me gustaba no saber qué contestarle después. Me gusto, que me quiera a ratos y que se enojaba conmigo, me gustaba que me esperaba y que se vengara dejándome esperándolo también. Me gustaba que me regañara y después me besara. Me gustaba que contaba sus cosas y escuchaba  las mías, me gustaba sentir que él era mío y yo era suya, mis miedos por su boca morían, desde luego lo quería y eso me llenaba, con el escapaba  de la rutina de la vida, y así fue que me enamoré de él,  no sabría decir cómo o  en qué momento pasó; pero lo hice… era feliz y eso era lo único que importaba, porque los momentos de  felicidad son los más breves, pasa que la vida es un vaivén de emociones y sentimientos. Un día estás bien y al otro sientes como si todo se fuese al diablo, y así… todo cambia de manera radical, y nada vuelve a ser igual, por más esfuerzos que quieras hacer… Y ahora estoy aquí recordando sólo el pedazo de historia en el que te llevaste una parte de mí, pero tranquilízate la tempestad pasó te la llevaste toda tú, y debo agradecerte por eso, porque me queda el recuerdo más bonito, porque aún nos queremos aunque eso no importa ya, te sigo queriendo y eso nadie lo cambiará, porque aunque ya no estemos juntos , fuiste, eres y serás lo que siempre quise pero jamás tuve, me quedo con los buenos momentos, me quedo con tus sonrisas, me quedo con el color de tus ojos y las interminables miradas, me quedo con el sabor de tus besos… me quedo con lo que lo fuimos…

Y si no te voy a ver nunca más, porque es más fácil así aquí te escribiré las últimas líneas…



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