jueves, 30 de octubre de 2014

A que no sea martes.

Eso de esperar no es lo mío,
Sentarse a que las cosas sucedan, a que el tiempo sea el indicado , a que las aguas se calmen , a que el viento sople a favor...
A que no sea martes.
Lo mío es hacer, caminar , correr y tropezarse , la locura del tiempo equivocado , de las aguas tormentosas y del viento que te frena.
Lo mío es quererte cuando no debo y escribirte , no olvidarte , soñarte clandestinamente ,verte en sueños y a escondidas.

Lo mío no es hablarte y mirarte por el cristal de la sonrisa falsa.
Lo mío son las letras confusas que salen sin sentido por el sonido de tu nombre .

Hazme polvo.

Hazme polvo.
En la cama. En el suelo. De espaldas, agachada. Sobre la mesa, Contra la pared. Aquí, allí. Así. Hazme polvo
y, luego,
sopla.

- Elvira Sastre


De lo único que no me arrepiento


Sí, yo me arrepiento… de los riesgos que no corrí por pura vanidad y miedo al desenfreno.
De las noches que no dormí, empapando mis ojos con recuerdos del pasado que no quería, no quise y que nunca intenté soltar.
De las mañanas ásperas en las que miraba por la ventana un sol hiriente y brillante que me hacía temer sin medida a ese nuevo día.
De las fiestas a las que no asistí porque sentí que nunca encajaría, de los abrazos que nunca di por puro orgullo, porque debía ser ruda y presuntuosa, terca y testaruda para ser “respetada”
De la ropa que se pudrió en el closet, porque jamás la usé pensando en la crítica, de lo que nunca dije y debí decir, de lo que dije y no debí.
Me arrepiento del tiempo que perdí, esperando al amor o buscándolo donde no estaría, de las veces que se perdió el alma en los ojos de alguien que no correspondía.
Del rechazo que te di cuando llegaste, porque ya cansada y abatida tenía miedo, me arrepiento de todo mi amor, menos de ese mísero momento entre tus sábanas, hoy puedo concluir que hacer el amor contigo, fue lo mejor que pude hacer en la vida. De eso sí que no me arrepiento.

-Después del insomnio- Elisa Mon


miércoles, 29 de octubre de 2014

No sé querer a medias

Vine a contarte algo... ¿Sabes? Mi mamá decía. Bueno, mi mamá decía muchas cosas, pero algo que tengo grabado en la memoria como una de esas cicatrices que son tu insignia en la vida es esto:
" - Hija: Usted no nació para ser la opción de nadie, no vino al mundo para ser un comodín, para ser el pecho en el que reposa la cabeza de un hombre ya cansado de amar a alguien que no es usted. 
- Hija, usted no está aquí para dormir todas las noches con las lágrimas de otra mujer en la conciencia, yo no la tuve nueve meses en mi vientre dándole cuidados, para que alguien camine por delante suyo y no a su lado dándole la mano orgulloso, no me desvelé mirándola dormir para que usted sea vista con desprecio por una familia que está muriendo. Yo no la parí con tanto dolor, para que recibas cosas a medias, tiempo compartido, alegrías efímeras, migajas de besos, regalos de compensación luego del sexo como si fueses una de esas putas caras. 
-Hija: ¡Yo no te parí para eso!"
-Y te lo cuento porque yo creo, ella siempre supo muy bien lo que decía, me puso en el tapete las cosas sin anestesia, crudo, directo y sin tapujos. Por eso hoy, que estoy frente a esta encrucijada miro la cicatriz y pienso: Que te amo, de eso no hay duda, que lamento que hayas llegado a destiempo a mi vida, que odio que esto que yo deseo, no confabule con la realidad. Esta cicatriz me dice que hoy debo decirte hasta nunca, lamento no poder irme contigo, pero eso significaría abandonarme a mí y créeme nunca lo hice por nadie, pues me pertenezco a mí misma, y me respeto.
-Actos de amor 

Ella sería el amor de mi vida

¿Por qué me iba a importar lo que aquella hija de puta sentía?. Yo sólo quería follarla, pero no como cualquiera que había cruzado por su catre. Lo mío era más perverso... Yo quería enamorarla y después dejarla. Después de todo ¡se lo merecía! No era ella quien me había engañado pero se parecía a bastantes que sí lo habían hecho. Todas ellas de la misma calaña.
Cuando pronunció por primera vez "te amo" No podía creer que hubiera sido tan fácil, pensé que tal vez me había descubierto y quería devolver la jugada, así que estaba dispuesto a confesar todo e irme.
(Me besó la hija de puta). Me besó como yo jamás había probado un beso, y no me refiero a la maldita saliva cruzando mi garganta. Me refiero a sus manos tocándome el cuello con una ternura que ni siquiera pensé que existía, me refiero a su larga lengua exploradora.
Todo ese calor concentrado que me derritió por dentro, jamás la volví a ver igual.
De un momento a otro ; no dejaba de pensar en ella, en que aquel libro le gustaría, en lo hermosa que se veía con falda, en sus costados y su cintura pegada a un vestido. Reí cuando me di cuenta que estaba escogiendo una blusa azul para su cumpleaños (porque sabía que el azul era su color preferido). Escribiéndole versos, y cantándole al oído.
Pudiera haber seguido un rumbo distinto está historia, pude casarme y tomar el riesgo de ser feliz con ella, tener hijos y vivir juntos. Salir a hacer el super, y acomodar los libros juntos, ir al cine los domingos y comprarle los baby doll que me quedaba viendo por horas después del trabajo, en la esquina en la que estacionaba el coche pensando en lo hermosa que se vería con el azul, pero en lo seductora que le quedaría aquel rojo, en lo inocente que parecería con el blanco, y finalmente lo sádica que se haría con el negro. 
Nunca pude decidirme cual llevarle y fui ¡tan inteligente! Que no se me ocurrió llevarle todos.
Al final fui inútil, se enteró de que me acosté con su hermana horas antes de besarnos, lo menos trágico que podría haber pasado es que se enterara a los cinco minutos de habernos besado, o a los pocos días en los que todavía estaba en la zozobra.
Sin embargo se entera dos horas antes de la boda. Y todo se derrumba. No cree que la ame, la conozco y es el final.
Ahora sé que esa hija de puta es a la persona que yo más he amado... y todo quedó claro:
Ella sería feliz sí, tendría hijos y envejecería hermosame haría todo lo que soñamos, pero no conmigo...

A.M.