martes, 16 de diciembre de 2014

Lo admito, soy una antipática de mierda. Mi mirada es fulminante, no sé fingir dulzura y mis palabras van envenenadas de odio y sarcasmo cuando el que me habla es un idiota engreído. No soy buena callándome los insultos, no permanezco muda ante las agresiones, nunca pongo la otra mejilla y cuando quieren abofetearme respondo a los golpes. No soy un manso cordero, soy una perra rabiosa, defiendo atacando y ladro cuando se me antoja, no soy una mujer de las que desearían tener en casa los hombres como madre de sus hijos. Estoy a disgusto con muchas cosas, odio conformarme, salgo a pelear por mis sueños y a veces piso algunas cabezas que quieren frenar mi avance, no analizo meticulosamente mis respuestas, soy combativa y espontánea... Lo admito, tengo un carácter de mil demonios, no soy fácil de llevar, a mi lado nada es un lecho de rosas, conmigo todo es acción, aventura y suspenso... Así que ya sabes, no voy a inventar nada con nadie, no hay máscaras ni personajes para mí, soy esto que digo y es esto lo que te ofrezco: conflictos y sinceridad al cien por ciento.

Olivia Ismael

sábado, 29 de noviembre de 2014

Me importa un carajo su predisposición al drama. Si le parecen mis modos, quédese. En caso contrario, váyase. Pero no venga a joder con que debo cambiar porque usted no acepta que sé muy bien quién soy y cómo me gustan las cosas. Si mi determinación le insulta, recoja sus porquerías y retírese. Yo puedo negociar, pero no voy a caer en el juego vulgar de convertirme en quien no soy para demostrarle nada a un donnadie.



Solía ser

Me daban ganas de decirle cuánto lo extrañaba, extender mis brazos sobre su cuello, arreglar sus pobladas cejas con mi pulgar, mientras él cerraba los ojos, cual niño consentido.
Me daban ganas de abrazarlo por la espalda, posar mis labios sobre su piel y absorber el aroma que desprende, hasta que me penetrara las profundidades de la misma psiquis.
Me daban ganas de decirle ese "te amo" que se quedó atravesado entre el pecho y la espalda, porque no me di cuenta que lo sentía sino hasta que ya todo estaba jodido, y me daban ganas de besarlo sin miedo y con calma, así como solo besaría quien no ha besado jamás, de tomar su mano suave, blanca, fuerte entre las mías, para sentirlo cerca, para sentirlo mío y dormirme en ella mientras imaginaba la canción de cuna que cantaba mi mamá...
Lo vi a lo lejos, caminaba taciturno y despistado como siempre, mirando la transparencia de los cristales en las tiendas, deteniéndose y pensando, lo reconocí al vuelo, la camisa azul, los jeans desgastados, las manos en los bolsillos y esa expresión reflexiva que se confundía con tristeza, pensé que al encontrarlo podría al menos decirle un "Hola tonto" pero no hubo mirada, ni un encuentro, ni saludo, él cruzó a la otra acera y yo simplemente seguí.


-Después del insomnio

Desde mi infierno te veo con mejor perspectiva

Baste con saberse que tengo dieciocho años, que soy ninfómana y bisexual y que actualmente estoy sin pareja estable. Mi última relación seria fue hace dos años, alcanzó a durar cuatro meses y la terminé porque él era muy celoso y controlador, soy la segunda de dos hijas y tengo a mis padres divorciados desde que tenía once años. No me hago dramas con ningún tipo de moral que me quieran imponer, discuto muchas veces defendiendo mi derecho al libre albedrío y cuando me canso de argumentar solo no presto atención a las críticas feroces; no reprimo nunca mis desviaciones hacia cualquier clase de perversión y apruebo toda clase de amor y unión posible.
Baste saberse que llevo en mi haber dos abortos clandestinos (no se los recomiendo, el cuerpo se resiente y es peligroso, además de que es difícil encontrar un médico que los realice), que encima cargo con un par de enfermedades venéreas y varios magullones y raspaduras producto de la urgencia con que cojo a veces en sitios incómodos.
Baste saberse que de ninguna manera ando arrepintiéndome como maricona de los actos que cometí para obtener placer, experiencia y diversión, porque disfruto de mi genitalidad y soy de mente abierta.
Inicié mi vida sexual a los catorce años con un amigo de mi hermana, cinco años mayor que yo y desde allí jamás me detuve.
Baste saberse que yo me busqué tener la cara desfigurada por meterme con el novio de una tipa que detesté desde la primera vez que vi rondando a mi padre cuando aún estaba casado, y que el cuerpo que ahora estoy pisando mientras estoy tecleando esto le pertenece a ella. Baste saberse que antes de ir presa prefiero la muerte, y que el arma que cargo está a nombre del idiota que me cogí para despertar la bronca de la difunta que ahora escupo en el rostro.
Baste saberse que mi última voluntad es que le digan a Rosa Isabel Ramírez, mi compañera de la universidad, que me di cuenta hace unos días de que la amo profundamente y que me arrepiento con todas mis fuerzas de no haber podido ir a su fiesta de cumpleaños por estudiar para el parcial... Y eso es todo.


P. Medina

jueves, 30 de octubre de 2014

A que no sea martes.

Eso de esperar no es lo mío,
Sentarse a que las cosas sucedan, a que el tiempo sea el indicado , a que las aguas se calmen , a que el viento sople a favor...
A que no sea martes.
Lo mío es hacer, caminar , correr y tropezarse , la locura del tiempo equivocado , de las aguas tormentosas y del viento que te frena.
Lo mío es quererte cuando no debo y escribirte , no olvidarte , soñarte clandestinamente ,verte en sueños y a escondidas.

Lo mío no es hablarte y mirarte por el cristal de la sonrisa falsa.
Lo mío son las letras confusas que salen sin sentido por el sonido de tu nombre .

Hazme polvo.

Hazme polvo.
En la cama. En el suelo. De espaldas, agachada. Sobre la mesa, Contra la pared. Aquí, allí. Así. Hazme polvo
y, luego,
sopla.

- Elvira Sastre


De lo único que no me arrepiento


Sí, yo me arrepiento… de los riesgos que no corrí por pura vanidad y miedo al desenfreno.
De las noches que no dormí, empapando mis ojos con recuerdos del pasado que no quería, no quise y que nunca intenté soltar.
De las mañanas ásperas en las que miraba por la ventana un sol hiriente y brillante que me hacía temer sin medida a ese nuevo día.
De las fiestas a las que no asistí porque sentí que nunca encajaría, de los abrazos que nunca di por puro orgullo, porque debía ser ruda y presuntuosa, terca y testaruda para ser “respetada”
De la ropa que se pudrió en el closet, porque jamás la usé pensando en la crítica, de lo que nunca dije y debí decir, de lo que dije y no debí.
Me arrepiento del tiempo que perdí, esperando al amor o buscándolo donde no estaría, de las veces que se perdió el alma en los ojos de alguien que no correspondía.
Del rechazo que te di cuando llegaste, porque ya cansada y abatida tenía miedo, me arrepiento de todo mi amor, menos de ese mísero momento entre tus sábanas, hoy puedo concluir que hacer el amor contigo, fue lo mejor que pude hacer en la vida. De eso sí que no me arrepiento.

-Después del insomnio- Elisa Mon


miércoles, 29 de octubre de 2014

No sé querer a medias

Vine a contarte algo... ¿Sabes? Mi mamá decía. Bueno, mi mamá decía muchas cosas, pero algo que tengo grabado en la memoria como una de esas cicatrices que son tu insignia en la vida es esto:
" - Hija: Usted no nació para ser la opción de nadie, no vino al mundo para ser un comodín, para ser el pecho en el que reposa la cabeza de un hombre ya cansado de amar a alguien que no es usted. 
- Hija, usted no está aquí para dormir todas las noches con las lágrimas de otra mujer en la conciencia, yo no la tuve nueve meses en mi vientre dándole cuidados, para que alguien camine por delante suyo y no a su lado dándole la mano orgulloso, no me desvelé mirándola dormir para que usted sea vista con desprecio por una familia que está muriendo. Yo no la parí con tanto dolor, para que recibas cosas a medias, tiempo compartido, alegrías efímeras, migajas de besos, regalos de compensación luego del sexo como si fueses una de esas putas caras. 
-Hija: ¡Yo no te parí para eso!"
-Y te lo cuento porque yo creo, ella siempre supo muy bien lo que decía, me puso en el tapete las cosas sin anestesia, crudo, directo y sin tapujos. Por eso hoy, que estoy frente a esta encrucijada miro la cicatriz y pienso: Que te amo, de eso no hay duda, que lamento que hayas llegado a destiempo a mi vida, que odio que esto que yo deseo, no confabule con la realidad. Esta cicatriz me dice que hoy debo decirte hasta nunca, lamento no poder irme contigo, pero eso significaría abandonarme a mí y créeme nunca lo hice por nadie, pues me pertenezco a mí misma, y me respeto.
-Actos de amor 

Ella sería el amor de mi vida

¿Por qué me iba a importar lo que aquella hija de puta sentía?. Yo sólo quería follarla, pero no como cualquiera que había cruzado por su catre. Lo mío era más perverso... Yo quería enamorarla y después dejarla. Después de todo ¡se lo merecía! No era ella quien me había engañado pero se parecía a bastantes que sí lo habían hecho. Todas ellas de la misma calaña.
Cuando pronunció por primera vez "te amo" No podía creer que hubiera sido tan fácil, pensé que tal vez me había descubierto y quería devolver la jugada, así que estaba dispuesto a confesar todo e irme.
(Me besó la hija de puta). Me besó como yo jamás había probado un beso, y no me refiero a la maldita saliva cruzando mi garganta. Me refiero a sus manos tocándome el cuello con una ternura que ni siquiera pensé que existía, me refiero a su larga lengua exploradora.
Todo ese calor concentrado que me derritió por dentro, jamás la volví a ver igual.
De un momento a otro ; no dejaba de pensar en ella, en que aquel libro le gustaría, en lo hermosa que se veía con falda, en sus costados y su cintura pegada a un vestido. Reí cuando me di cuenta que estaba escogiendo una blusa azul para su cumpleaños (porque sabía que el azul era su color preferido). Escribiéndole versos, y cantándole al oído.
Pudiera haber seguido un rumbo distinto está historia, pude casarme y tomar el riesgo de ser feliz con ella, tener hijos y vivir juntos. Salir a hacer el super, y acomodar los libros juntos, ir al cine los domingos y comprarle los baby doll que me quedaba viendo por horas después del trabajo, en la esquina en la que estacionaba el coche pensando en lo hermosa que se vería con el azul, pero en lo seductora que le quedaría aquel rojo, en lo inocente que parecería con el blanco, y finalmente lo sádica que se haría con el negro. 
Nunca pude decidirme cual llevarle y fui ¡tan inteligente! Que no se me ocurrió llevarle todos.
Al final fui inútil, se enteró de que me acosté con su hermana horas antes de besarnos, lo menos trágico que podría haber pasado es que se enterara a los cinco minutos de habernos besado, o a los pocos días en los que todavía estaba en la zozobra.
Sin embargo se entera dos horas antes de la boda. Y todo se derrumba. No cree que la ame, la conozco y es el final.
Ahora sé que esa hija de puta es a la persona que yo más he amado... y todo quedó claro:
Ella sería feliz sí, tendría hijos y envejecería hermosame haría todo lo que soñamos, pero no conmigo...

A.M.

jueves, 6 de febrero de 2014

Más allá de los Angeles "Miguel mi Arcángel Protector"


La Fidelidad de San Miguel para con Dios:


El mismo nombre de Miguel, nos invita a darle honor, ya que es un clamor de entusiasmo y fidelidad. Significa "Quién como Dios".

Satanás tiembla al escuchar su nombre, ya que le recuerda el grito de noble protesta que este arcángel manifestó cuando se rebelaron los ángeles. San Miguel manifestó su fortaleza y poder cuando peleó la gran batalla en el cielo. Por su celo y fidelidad para con Dios gran parte de la corte celestial se mantuvo en fidelidad y obediencia. Su fortaleza inspiró valentía en los demás ángeles quienes se unieron a su grito de nobleza: "¡¿Quién como Dios?!." Desde ese momento se le conoce como el capitán de la milicia de Dios, el primer príncipe de la ciudad santa a quien los demás ángeles obedecen.

En Octubre 13, 1884, el Papa León XIII, experimento una visión horrible. Después de celebrar la Eucaristía, estaba consultando sobre ciertos temas con sus cardenales en la capilla privada del Vaticano cuando de pronto se detuvo al pie del altar y quedo sumido en una realidad que solo el veía. Su rostro tenia expresión de horror y de impacto. Se fue palideciendo. Algo muy duro había visto. De repente, se incorporo, levanto su mano como saludando y se fue a su estudio privado. Lo siguieron y le preguntaron: ¿Que le sucede su Santidad? ¿Se siente mal? 

El respondió: "¡Oh, que imágenes tan terribles se me han permitido ver y escuchar!", y se encerró en su oficina.

¿Qué vio León XIII?  "Vi demonios y oí sus crujidos, sus blasfemias, sus burlas. Oí la espeluznante voz de Satanás desafiando a Dios, diciendo que el podía destruir la Iglesia y llevar todo el mundo al infierno si se le daba suficiente tiempo y poder. Satanás pidió permiso a Dios de tener 100 años para poder influenciar al mundo como nunca antes había podido hacerlo." También León XIII pudo comprender que si el demonio no lograba cumplir su propósito en el tiempo permitido, sufriría una derrota humillante. Vio a San Miguel Arcángel aparecer y lanzar a Satanás con sus legiones en el abismo del infierno.

Después de media hora, llamo al Secretario para la Congregación de Ritos. Le entrego una hoja de papel y le ordeno que la enviara a todos los obispos del mundo indicando que bajo mandato tenía que ser recitada después de cada misa, la oración que ahí el había escrito..




Oración:
"San Miguel Arcángel,
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo
contra la perversidad y asechanzas
del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú Príncipe de la Milicia Celestial,
arroja al infierno con el divino poder
a Satanás y a los otros espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
                                                  para la perdición de las almas.
                                                        Amén."
(Aunque no es obligación, se puede continuar con gran provecho  la práctica de rezar esta oración después de la Santa Misa como se hacía antes del Conc. Vat. II.)




SAN MIGUEL ARCANGEL, UNA IMPRESIONANTE HISTORIA DE GUERRA Y FE

Esta es la verdadera historia de un marine herido en Corea en 1950. En una carta escrita a su madre le contó el fascinante encuentro que experimentó durante la guerra. El padre Walter Muldy, un capellán militar que habló con el joven marine y su madre, además de con el oficial de la unidad, siempre defendió la veracidad de la historia. Lo oímos de alguien que leyó la carta original y nos contó la historia aqui, con todos sus detalles y en primera persona, para conservar el impacto que debió tener cuando el marine se lo contó a su madre.


Querida mamá,

Te escribo desde la cama del hospital. No te preocupes, mamá, estoy bien. Fui herido, pero el médico dice que estaré en pie en casi nada.

Pero esto no es lo que tengo que contarte, mamá. Algo me ha ocurrido que no me atrevo a contar a nadie más por miedo a que no me crean. Pero tengo que contártelo, eres la única persona en quien confío, aunque quizá hasta tu lo encuentres difícil de creer.

¿Recuerdas la oración de San Miguel que me enseñaste cuando era pequeño? "Miguel, Miguel, de la mañana..."* Antes de irme de casa a Corea me instante a recordar esa oración antes de cualquier encuentro con el enemigo. Pero en realidad no necesitaba que me la recordases, mamá. Siempre la he rezado, y cuando fui a Corea a veces la digo un par de veces al día, mientras vamos de marcha o descansamos.
En fin, un día nos ordenaron rastrear el frente en busca de comunistas. Era un día muy frío. Mientras caminaba noté a otro compañero que caminaba a mi lado, y le miré para ver quién era.

Era un tío grande, un marine de 1'80 cm y con un cuerpo proporcionado. Era extraño, ya que no le conocía, y pensaba que conocía a todos en mi unidad. Estaba contento de tener compañía, entonces él rompió el silencio que había entre nosotros.

"Hace fresco hoy, eh?"Yo me reí, porque de repente me pareció absurdo hablar del tiempo cuando avanzábamos para enfrentarnos al enemigo.

Él también rió suavemente.
"Pensé que conocía a todo el mundo en mi unidad", continué, "pero no te he visto nunca".
“No”, confirmó, “Me acabo de unir a tu unidad. Me llamo Miguel".

"¿En serio? Yo también".
"Lo sé", respondió el marine, "Miguel, Miguel de la mañana..."

Mamá, estaba muy sorprendido de que supiese de mi oración, pero se la enseñe a muchos de los otros tíos, así que supuse que el recién llegado debió oírsela a alguien más. De hecho me han llegado rumores de que algunos compañeros me estaban llamando "San Miguel".

Entonces, de repente, Miguel dijo, "Va a haber problemas allí enfrente".

Me preguntaba cómo podía saber eso. Estaba jadeando por la marcha que llevábamos, y mi aliento hendía el frío aire como densos jirones de niebla. Miguel parecía estar en plena forma, porque no puede ver ningún rastro visible de su aliento. Justo entonces empezó a nevar densamente, y aumentó tan rápidamente que enseguida no pude ni ver ni oír al resto de mi unidad. Me puse un poco nervioso y le llamé, "¡Miguel!". Cuando lo hice pude sentir su fuerte mano en mi hombro y oír su voz en mi oído "Pronto va a clarear".

Y de repente, clareó. Y entonces, justo enfrente nuestro y a poca distancia, como en muchas pesadillas espantosas, estaban siete comunistas, bastante cómicos con sus extraños sombreros. Pero realmente no tenían nada gracioso en ese momento; sus armas estaban listas y apuntando directamente hacia nosotros.

"¡¡A tierra, Miguel!!" Grité mientras me tiraba en busca de protección. Incluso cuando aun no había caído del todo alcé la vista y vi a Miguel todavía en pie, como si estuviese paralizado de miedo, o eso pensaba en ese momento. Las balas volaban en todas direcciones, y mamá, no había forma de que esos comunistas pudiesen haber errado el tiro a tan corta distancia. Me incorporé de un salto y tiré de él, y entonces me dieron. El dolor era como una llama ardiente en mi pecho, y según caía mi cabeza se desvaneció, recuerdo haber pensado "Debo de estar muriéndome...". Alguien me depositaba en el suelo, fuertes brazos me sujetaban y me dejaban suavemente sobre la nieve. Medio aturdido abrí mis ojos, y me pareció como si el sol me atravesase los ojos con su luz. Miguel todavía permanecía de pie, y su cara brillaba con un terrible resplandor. De repente parecía como si su resplandor creciese, como el sol, incrementándose intensamente alrededor de él, como las alas de un ángel. Justo antes de desvanecerme por completo vi que Miguel sujetaba una espada en sus manos, y destellaba como un millón de rayos.

Más tarde, cuando me desperté, el resto de mis compañeros y el sargento vinieron hacia mi.

"¿Cómo lo hiciste, hijo?", me preguntó.
"¿Dónde está Miguel?" le dije como contestación.
"¿Miguel, quién?". El sargento parecía perplejo.

"Miguel, el marine enorme que iba conmigo, justo hace un momento. Le vi aquí según caía“.

"Hijo", dijo gravemente el sargento, "tú eres el único Miguel en mi unidad. Traje a todos tus compañeros, y sólo hay un Miguel. Tú. E hijo, no estabas caminando con nadie. Te observaba porque te estabas alejando demasiado de nosotros y estaba preocupado".

"Ahora dime, hijo", repitió, "¿Cómo lo has hecho?".
Era la segunda vez que me lo preguntaba, y me empezaba a molestar.
"¿Cómo he hecho qué?".
"¿Cómo has matado a estos siete comunistas de aquí? Tu rifle tiene aún todas las balas".

"¿Qué?"
"Vamos, hijo. Están todos dispersos alrededor tuyo, cada uno con un tajo mortal de espada".

Y este, mamá, es el final de mi historia. Pudo haber sido el dolor, el sol enceguecedor o el penetrante frío. No lo sé, mamá, pero hay una cosa de la que si estoy seguro. Sucedió.

Te quiere, tu hijo.

miércoles, 5 de febrero de 2014

"INCESTO" ANAÍS NIN



27 de noviembre de 1932

Ahora me río de mi miedo al análisis. La posesión de conocimientos mata en la mayoría de la gente el sentido de lo maravilloso, pero tal sentido de lo maravilloso y lo misterioso es como el  temor del salvaje al fuego, hasta que descubre sus principios y el modo de dominarlo. Estoy  convencida de que, después de saber todo lo que hay que saber, sigue habiendo misterios y  maravillas de un orden más profundo. Por ejemplo: la idea monstruosa de Henry sobre el lesbianismo de June. Déroute de l'imagination. Lo físico y limitado, cualidad de lo que él imaginaba; la chupada y los gestos, como los de follar. Descubre al leer mi diario que sin la chupada y los gestos existe en él un mundo suspendido de sensaciones que no acaban de culminar, que es más misterioso y profundo que el que suponía que existía entre June y Jean, y entre June y yo.
Creo que Henry es quien busca ahora lo que más teme —la crueldad, el abandono, mi engaño—. En el momento en que me ve más entregada, siente el afán diabólico de crear un distanciamiento. Creo que estoy bien y que hago todos los actos normales del amor confiado, rechazo las dudas y me niego a creer que Henry desea que yo actúe como June. Pero cuánto riesgo hay en su ambivalencia. ¡Y sobre todo porque mi propia fe es nueva y delicada!


“Soy una persona excitable que entiende solamente vida lúdica lúdica y, musicalmente, en que las sensaciones son mucho más fuertes como razón.

Tengo tanta sed para lo perfecto... que solamente
lo perfecto tiene energía sobre mí.
Cualquier cosa que no puedo
transformar en algo perfecto, la dejaré ir.

La realidad no me impresiona.
Creo solamente en la intoxicación,
y cuando es un ordinario grillo de la vida yo,
yo me escapo, una forma u otra.
No más de paredes.”
7 de julio de 1934 del incesto

***


“Oh, dios, no sé ninguna de alegría tan grande
como un momento de acometer en un nuevo amor,
ninguna cosa es mejor como un nuevo amor.
Nado en el cielo; Floto; mi cuerpo es lleno de las flores,
flores con los dedos que me dan agudo, caricias agudas,
chispas, joyas, aljabas de la alegría, vértigos, tales vértigos.
Música dentro de una, embriaguez.
Solamente cierro de los ojos y el recordar,
y el hambre, el hambre para más, más, la gran hambre,
el hambre voraz, y sed.”

30 de mayo de 1934 del incesto

***

“solamente yo necesito un lugar en donde puedo gritar y llorar.
Tengo que ser un salvaje español en algún momento del día.
Registro aquí las causas de la vida de la histeria en mí.
El desbordamiento de un extravagante indisciplinado.
Al infierno con gusto y arte, con todas las contracciones
y pulidos. Aquí grito, yo bailo, yo lloro, yo gasto mis dientes,
yo voy enojada --
todos me hablan , en mal inglés, en caos.
Me mantendrá sana para el mundo y para el arte.”

27 Oct de 1933 del incesto


Poema para ser leído y cantado

¡Sé que hay una persona
que me busca en su mano, día y noche,
encontrándome, a cada minuto, en su calzado.

¿Ignora que la noche está enterrada
con espuelas detrás de la cocina?

Sé que hay una persona compuesta de mis partes,
a la que integro cuando va mi talle
cabalgando en su exacta piedrecilla.
¿Ignora que a su cofre
no volverá moneda que salió con su retrato?

Sé el día,
pero el sol se me ha escapado;
sé el acto universal que hizo en su cama
con ajeno valor y esa agua tibia, cuya
superficial frecuencia es una mina.
¿Tan pequeña es, acaso, esa persona,
que hasta sus propios pies así la pisan?

Un gato es el lindero entre ella y yo,
al lado mismo de su tasa de agua.
La veo en las esquinas, se abre y cierra
su veste, antes palmera interrogante...
¿Qué podrá hacer sino cambiar de llanto?

Pero me busca y busca. ¡Es una historia!

César Vallejo


Y si después de tantas palabras...


Y si después de tantas palabras,
no sobrevive la palabra!
¡Si después de las alas de los pájaros,
no sobrevive el pájaro parado!
¡Más valdría, en verdad,
que se lo coman todo y acabemos!

¡Haber nacido para vivir de nuestra muerte!
¡Levantarse del cielo hacia la tierra
por sus propios desastres
y espiar el momento de apagar con su sombra su tiniebla!

¡Más valdría, francamente,
que se lo coman todo y qué más da...!

¡Y si después de tanta historia, sucumbimos,
no ya de eternidad,
sino de esas cosas sencillas, como estar
en la casa o ponerse a cavilar!
¡Y si luego encontramos,
de buenas a primeras, que vivimos,
a juzgar por la altura de los astros,
por el peine y las manchas del pañuelo!
¡Más valdría, en verdad,
que se lo coman todo, desde luego!

Se dirá que tenemos
en uno de los ojos mucha pena
y también en el otro, mucha pena
y en los dos, cuando miran, mucha pena...
Entonces... ¡Claro!... Entonces... ¡ni palabra!
César Vallejo


ANAÍS NIN






“Cualquier forma de amor que encuentres, vívelo”


“Me niego a vivir en un mundo ordinario como una mujer ordinaria. 
A establecer relaciones ordinarias. Necesito el éxtasis. 
Soy una neurótica, en el sentido de que vivo en mi mundo. 
No me adaptaré de mi mundo. Me adaptaré de mi misma”


"El erotismo es una de las bases del conocimiento de uno mismo,
tan indispensable como la poesía."


"La vida se dilata o expande en proporción al propio coraje"
"Sólo el latido unísono del sexo y el corazón puede crear éxtasis"


 "No vemos jamás las cosas tal cual son,
las vemos tal cual somos"


"Sólo creo en el fuego. Vida Fuego.
Estando yo misma en llamas enciendo a otros.
Jamás  muerte. Fuego y vida"


"La única anormalidad es la incapacidad de amar"


"Yo, con un instinto profundo,
elijo un hombre que provoca mi fuerza,
que ejerce demandas enormes sobre mi,
que no duda de mi coraje ni mi rudeza,
que tiene coraje de tratarme como una mujer"


"Es la culpa, el miedo,
la impotencia lo que hace crueles a los hombres"


"La carne contra la carne produce un perfume,
pero el roce de las palabras
no engendra sino sufrimiento y división"


"Hay sólo dos clases de libertad en el mundo;
la libertad del rico y poderoso,
y la libertad del artista y el monje
que tienen el coraje de renunciar a las posesiones"


"Cuando haces un mundo tolerable para vos,
haces un mundo tolerable para otros"


"Somos como escultores,
constantemente tallando en los demás imágenes que
anhelamos, necesitamos o deseamos,
a menudo en contra de la realidad,
contra su beneficio, y siempre, al final,
un desengaño,
porque no se ajusta a ellos"



"Hay dos modos de llegar a mí, mediante los besos o la imaginación.

Pero existe una jerarquía; los besos por sí solos no bastan."




“El amor nunca muere por causas naturales.
Muere porque no sabemos rellenar su fuente.
Muere de ceguera emocional, de nuestros errores y traiciones.
Muere a causa de nuestras enfermedades y heridas del corazón,
De cansancio, por falta de riego.
Cuando se vuelve opaco y deja de brillar,
Entonces el amor muere.”


 A la memoria de Anaís Nin